En un mundo que corre sordo y ciego Soundajero nos invita a detenernos, cerrar los ojos y sentir, caminar, dejar de correr, escuchar, tocar, observar y pensar.
Se trata de una instalación espacio-musical que se materializa en la plaza del museo del Patio Herreriano, buscando generar un mundo sonoro cambiante, versátil, donde niños, ancianos y jóvenes puedan interactuar con el ruido y los músicos encuentren un espacio donde a pie de calle compartirán su música con
los ciudadanos.
Para ello se programa un espacio itinerante en el que tendrán lugar diferentes intervenciones, tanto programadas como espontáneas; un lugar que unifique estilos musicales como percusión, acústica y flamenco, con la intención de crear diferentes atmósferas que generen la curiosidad y la participación de la gente. En definitiva un lugar de experimentación sensorial.
Estos espacios se articularán mediante la descontextualización de elementos de la vida cotidiana: cajas de cerveza generarán muros que delimiten y caractericen los tres espacios musicales y donde puntualmente se realizarán graffitis que buscarán plasmar la atmósfera generada durante las actuaciones; y neumáticos viejos, que como una mancha de aceite saldrán del lago, creando ámbitos donde los espectadores podrán sentarse a disfrutar de la actuación y que se irán modificando a lo largo del día adaptándose a las necesidades y gustos de la gente.
Todo esto se complementará con otras intervenciones artísticas a base de elementos reciclados, como instrumentos musicales hechos a partir de latas y chapas; y una maquina de pompas de jabón, aprovechando una vieja bici, que llenará el espacio de burbujas de fantasía.
Se trata de una instalación espacio-musical que se materializa en la plaza del museo del Patio Herreriano, buscando generar un mundo sonoro cambiante, versátil, donde niños, ancianos y jóvenes puedan interactuar con el ruido y los músicos encuentren un espacio donde a pie de calle compartirán su música con
los ciudadanos.
Para ello se programa un espacio itinerante en el que tendrán lugar diferentes intervenciones, tanto programadas como espontáneas; un lugar que unifique estilos musicales como percusión, acústica y flamenco, con la intención de crear diferentes atmósferas que generen la curiosidad y la participación de la gente. En definitiva un lugar de experimentación sensorial.
Estos espacios se articularán mediante la descontextualización de elementos de la vida cotidiana: cajas de cerveza generarán muros que delimiten y caractericen los tres espacios musicales y donde puntualmente se realizarán graffitis que buscarán plasmar la atmósfera generada durante las actuaciones; y neumáticos viejos, que como una mancha de aceite saldrán del lago, creando ámbitos donde los espectadores podrán sentarse a disfrutar de la actuación y que se irán modificando a lo largo del día adaptándose a las necesidades y gustos de la gente.
Todo esto se complementará con otras intervenciones artísticas a base de elementos reciclados, como instrumentos musicales hechos a partir de latas y chapas; y una maquina de pompas de jabón, aprovechando una vieja bici, que llenará el espacio de burbujas de fantasía.
2 comentarios:
buen trabajo!!!
Me hago y me deshago a ritmo de contrabajo, guitarra o percusión...,
a ritmo de sitar... o de tu voz.
Imagino otra ciudad,
otros espacios,
lugares para el arte
y la transformación.
Con la alegria de esas niñas que pintan bajo el sol,
que pintan emociones,
que jugando
dan calor.
y nos recuerdan,
me recuerdan,
que soy música y juego,
que estoy vivo,
y siento...
Músiquita, juego y amor en todas las esquinas.
GRACIAS
A TOD@S
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